Al igual que el arco iris, las ondas sonoras forman un espectro de longitudes de onda. De la misma forma que nuestras sensaciones de color son las etiquetas que el cerebro asigna a cada longitud de onda de la luz, las etiquetas equivalentes para los sonidos son los distintos tonos que reconocemos.
Pero en los sonidos hay más que el simple tono; la mayoría de los sonidos que escuchamos son ondas dentadas y complejas, pero existen unas ondas en particular, las ondas sonoras sinusoidales, las cuales son más simples y son una especie de ondas ideales, una abstracción matemática.
Para generar ondas sinusoidales es necesario el uso de un diapasón o una armónica de cristal, el cual está formado por cuencos de cristal afinados según la cantidad de agua que contienen, y que se hacen sonar pasando un dedo húmedo alrededor del borde.
El sonido emitido por estos dos instrumentos es un sonido cristalino puro. El cual emite ondas de presión en esferas concéntricas expansivas. Para entender un poco mas la música es necesario aclarar que cada vez que la frecuencia se duplica (o lo que es lo mismo, cada vez que la longitud de onda se divide por dos) se oye un salto de una octava. Si se hace oscilar un diapasón con una frecuencia de 440 ciclos por segundo, o 440 Hz, se escuchará la nota "la" de la octava media.
La diferencia entre esta nota "la" y la que se puede escuchar en otro instrumento cualquiera, radica en que otros instrumentos como el violín o la flauta producen ondas suplementarias cuyas frecuencias son múltiplos de la frecuencia fundamental, es decir que cualquier instrumento que toque la nota "la" de la octava media emitirá la mayor parte de su energía sonora a la frecuencia fundamental, 440 Hz, pero superpuestas a esta habrá trazas de vibraciones a 880 Hz, 1320 Hz y así sucesivamente.
Estas ondas superpuestas se denominan "armónicos". Así que una nota única de trompeta es en realidad una mezcla de armónicos, y la mezcla concreta una especie de "firma" de la trompeta que la distingue de, por ejemplo, un violín que toca la "misma" nota (con diferentes armónicos, los de la firma del violín).
Diego Cristancho
CI 17 817 232
E.E.S.
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