Para empezar, es importante tener en cuenta que el rango máximo de audición en los seres humanos incluye frecuencias de sonido desde 16 hasta unos 20.000 ciclos por segundo. Entre este rango el oído humano discrimina 240 tonos distintos en una octava musical en el rango medio de frecuencias. Las escalas musicales europeas (y en general las del mundo) usan combinaciones de 5 y 7 tonos. Ahora las combinaciones posibles de 240 tonos distinguibles tomados de 7 en 7 son mayores a 10^11, lo cual es un rango muy amplio a pesar de estar tan limitado.
Claro está que esto no es nada si es comparado con la audición de los perros, los cuales pueden percibir sonidos de hasta 60.000 Hertzios. Además, son capaces de discriminar con bastante exactitud la procedencia de dos sonidos, con un mínimo de separación de 4º y 8º. Sumado a esto no solo pueden detectar sonidos débiles para los humanos, también puede oír sonidos de frecuencia baja y muy superior al rango humano.
Otro buen ejemplo son los murciélagos se ha comprobado que estos mamíferos son capaces de volar en cuartos absolutamente obscuros. El mecanismo de estos pilotos nocturnos consiste en emitir gritos muy agudos inaudibles para el oído humano pues llegan a las 500 mil vibraciones por segundo. Estos ultrasonidos se propagan uno 340 metros por segundos, al llegar a un obstáculo cualquiera, las ondas son reflejadas y vuelven hacia el murciélago que se informa así de los obstáculos que tiene adelante.
Diego Cristancho
CI 17 817 232
E.E.S.
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